lunes, 15 de junio de 2009

objeto glamour

El ácido glamour vistió a Lola esta noche. Maquillaje rojo, la forma flaca de caminar y las actitudes lánguidas de andar por ahí.

Entró en un vestido turquesa, con gasas de vuelos fantásticos. Calzó tacos altos, atados a los tobillos, lanzando las piernas eternas a la noche ávida de belleza.

Escuchó una y otra vez a sus amigas ¿sabés los ratones que se hacen con vos?, ¿lo sabés no? Lola no responde; gira sus ojos de escuchar pavadas y sigue con su estilo. Es que ellas no saben que nunca pienso en eso, no.

Retuerce tierno su cuerpo, pensadas posiciones. Cruza sus piernas y se deja caer en suave movimiento, controlado, bello. Se sienta.

Lola es su cuerpo. Si preguntás por Lola te responden su cuerpo.

Una punzante adrenalina fashion lleva a su boca medio bocadillo de kiwi, una feta de salmón y agua sin gas por favor. Una extenuante sangre light recorre a Lola, la hace. Es la obsesiva búsqueda de sí en los rincones de su espejo.

El ácido glamour vistió un objeto esta noche.

2 comentarios:

  1. ¡Y cuántas Lolas sueltas hay!

    Me encanta Amaranta, este relato. Con pinceladas sutíles describís a este personaje casi teatral, en un mundo de spot lights y sabores de natural frescura para llevar, evidenciando el vacío reflejo que le devuelve ese espejo en el que tanto se busca.

    Queremos más de tu prosa Nat. Besos.

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  2. Gracias, muchas!... seguiste viendo durante y después del texto, y eso me da gusto. Veo que te metiste en la realidad de LolaGlamour, y qué bueno que te guste la prosa. Sigo de prosas, relatos y poesías. Sigo porque son mis ventanas al mundo. Besos, amaranta

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